lunes, 13 de junio de 2011

Ana Merino



Ana Merino es una poeta española nacida en Madrid en 1971, licenciada en Historia Moderna y Contemporánea, obtuvo un doctorado con una tesis sobre el cómic en el mundo. Ha recibido numerosos premios como el premio Adonais por Preparativos para un viaje, y el premio Fray Luis de León por Juego de niños. También ha publicado artículos en importantes periódicos y revistas españolas y americanas.

Esta  famosa escritora trata especialmente el tema del desamor así como otros temas desgarradores tales como la muerte (El quinto cielo), la frustración (Adoración nocturna), la dificultad de madurar (Madurará tu obra) con un carácter irónico a la vez que cálido basándose en la realidad y la intuición, para alcanzar los miedos más comunes en la vida actual, como puede ser la inmigración, que se encuentra en el poema que hemos escogido: Piedra, papel, tijera.

Piedra, papel, tijera

Piedra
fría,
rincón silencioso
junto al regazo de los muertos.

Papel
para escribir
unas breves líneas,
la despedida apresurada
del viajero.

Tijera
para cortarle la lengua al mar
cuando suspira.

Tijera
para cortar los sueños
de los ahogados.

Papel
para escribir sus nombres.

Estrecho de piedra,
barquito de papel
arrecifes de tijera.


Un poema triste
para los que se quedaron sin aire
en las orillas.


Lágrimas de piedra
pateras de papel
y la boca del mar
con dientes de tijera.


De Compañera de celda (2006)



Este poema trata el tema de la inmigración ilegal, que normalmente suele ir relacionada con la llegada de pateras a las costas de los llamados países ricos, donde estos peculiares pasajeros anhelan conseguir sus sueños y esperanzas. Sin embargo, el poema, concretamente, nos relata la parte triste y desesperanzada de estas historias, que desembocan en un final trágico, donde la muerte y la desesperación son las más presentes.

Hemos elegido dicho poema porque, en primer lugar, nos llamó la atención su título ya que hace referencia a aquel juego popular  e infantil al que todos hemos jugado de niños, “Piedra, papel, tijera”. En segundo lugar, al leerlo, nos resultó curioso, cómo la autora relaciona este juego de palabras, que creíamos tan inocente e insignificante, con el cruel sufrimiento que han de pasar las personas que viajan en patera. Además nos impactó el uso de numerosas figuras literarias que la autora introduce con el objetivo de embellecer esta poesía, como las metáforas (presentes en todo momento) y personificaciones. Estas características las podemos observar en este pequeño fragmento:

“Tijera
para cortarle la lengua al mar
cuando suspira.”

Hemos relacionado este poema con diversas imágenes y videos, que se pueden emparentar con el dolor que sufren estas personas, que queda retratado en el poema.


http://www.youtube.com/watch?v=WIwfaY0AQD4 (Imágenes y melodía).

Entrada realizada por:

Marta Cavero Lucas
Irene Lagullón Sabariego

Blanca Andreu



Así, en pretérito pluscuamperfecto y futuro absoluto
voy hablando del trozo de universo que yo era,
de subcutáneas estrellas de sangre
cazadas por el ángel de la anemia
en el cielo arterial,
diciendo leucocitos del alba y río de linfa,
o bien de lo que quise:
                           el ligero Mediterráneo,
la prohibición de envejecer,
                              la gavilla del sueño barbitúrico,
y sobre todo, sobre todas las cosas,
Mozart anfetamínico preámbulo de pájaros,
Mozart en ala y aeropuerto,
arco de violín príncipe o piloto: Mozart el Músico.
De De una niña de provincias que se vino a vivir en un Chagall (1980)


Blanca Andreu nació en La Coruña (1959), con veinte años se mudó a Madrid y al morir su marido (1993) volvió a La Coruña, su residencia actual. Ha ganado muchos premios a lo largo de su vida, como el “Premio Adonais” por De una niña de provincias que se  vino a vivir en un Chagall (1980), el “Premio Mundial de Poesía Mística, Fernando Rielo” por Báculo de Babel  (1982), el “Premio de Cuentos Gabriel Miró” (1981), el “Ícaro de Literatura” (1982) y el “Premio Internacional de Poesía Laureà Mela” (2001).  En 2010 publicó su último libro, Los archivos griegos, en el que su poesía evoluciona y cambia, haciéndose más comprensible a simple vista, aunque sin perder su estilo.

La poesía de Blanca Andreu en general refleja temas diversos, diciendo cosas incoherentes a primera vista, pero con un gran trasfondo. Las drogas y el paso del tiempo (relacionado también a menudo con la infancia) son algunos de los temas más recurrentes de su obra, mencionando frecuentemente (en la mayoría de sus poesías) aves o pájaros (diferentes especies), e incluyendo ocasionalmente venenos, ángeles y el color verde. En su último libro la temática cambia un poco (aunque sigue nombrando mucho a los pájaros), y Blanca Andreu habla de Grecia y aspectos relacionados con esta (mitología, personajes griegos importantes). Hay que remarcar que el hecho de que escriba poesía en verso libre la hace original y especial a la vez.


Este poema lo relacionamos, sobre todo, con la muerte, y vemos claramente diferenciadas dos partes. En la primera, “en pretérito pluscuamperfecto”, habla de lo que había sido, una persona entre muchas otras, “un trozo de universo”, un cuerpo formado por sangre, arterias, leucocitos y linfa, y después, “en futuro absoluto”, de lo que será, de lo que quedará de ella después de morir, su recuerdo en las estrellas, en el cielo, en la Vía Láctea (“río de linfa”), en definitiva, en el Universo. Nos transmite esta sensación realizando una metáfora que relaciona este último con su cuerpo. La segunda parte habla de lo que quiso, la libertad (“el ligero Mediterráneo”), “la prohibición de envejecer”, quiso ser como Mozart, morir joven al igual que él, no envejecer (llegamos a la conclusión de que la autora se está refiriendo a la muerte inminente de Mozart gracias a las palabras “anfetamínico preámbulo de pájaros”, las cuales nos crean la imagen de ese estado de euforia que se da antes de la muerte y de los pájaros carroñeros que acuden a los cadáveres para alimentarse) y que después de su muerte quedase constancia de ella, de su grandeza (como ha quedado de la de Mozart, reflejada en los últimos versos, “Mozart el Músico”, “arco de violín príncipe o piloto”). Esto último está fuertemente relacionado con la primera parte, con la huella que quiere dejar de ella misma en el Universo. Lo elegimos porque, aunque no tenga nada que ver con nuestra vida, nos llamó la atención nada más leerlo por la manera en la que estaba escrito, aparentemente incoherente, y nos transmitió muchas sensaciones desde el primer momento aunque entonces no estuviéramos muy seguras de su significado.


Hemos realizado un dibujo (la idea es nuestra, pero Melanie nos ha ayudado a plasmarla en el papel siguiendo nuestras indicaciones)  que representa el poema que hemos elegido, diferenciando en el iris las dos partes de las que consta (como hemos mencionado anteriormente).


Entrada realizada por:
María González Fernández
Melanie Keegan
Amalia Ramírez Arana

jueves, 9 de junio de 2011

Luis Muñoz


EL SILENCIO 

EL silencio es papel secante. 
Se le fija el violeta de los ojos dormidos, 
la luz de la linterna de la idea de ser 
lo más feliz posible 
y el vacío de vaso de querer compañía. 

¿Qué más? 
Unas pocas palabras 
que se filtran y no dejan señales, 
que se pierden abajo 
por los aros de un pozo. 


Estudió Filología Española y Filología románica en la Universidad de Granada. En 1994 preparó el libro colectivo El lugar de la poesía. Sus cuatro primeros libros están recogidos en el volumen antológico Limpiar pescado. El poema escogido se sitúa en el libro Querido silencio (2006).


El autor Luis Muñoz trata temas relacionados con el tiempo, como por ejemplo poemas de la noche, el día, etc.…, también demuestra que el autor trata de un hombre tranquilo porque te transmite mucha armonía en los poemas, sobre todo en el que he elegido.


He escogido este poema porque pienso que el uso del silencio es imprescindible e importante en muchos momentos de la vida cotidiana, y, una persona debe saber cuándo desea tener silencio y cuándo no. En lo que a mi respecta, el silencio existe a lo largo de nuestra vida diaria, ya que muchas veces se aprende más cuando el silencio nos atrapa, y no oímos palabra, ni movimiento, ni ruido alguno.

Hay unos refranes o dichos que tratan sobre el silencio. Uuno dice que “el que calla otorga” y otro que “un gesto dice más que mil palabras”.





Entrada realizada por:

Laura Gaspar Carretero
   

lunes, 6 de junio de 2011

Sergio Rodríguez

Sergio Rodríguez nació en Madrid el 29 de agosto de 1976. Ha publicado los poemarios El escarabajo boca arriba (Madrid, Vitruvio, 1995) y Sal (Madrid, Vitruvio, 2001). Sus poemas han aparecido en las antologías Finalismo, cinco poetas que cerrarán el siglo (Madrid, Vitruvio, 1997) y Poesía Espanhola de agora (Edición de Joaquin Manuel Magalhaes. Lisboa, Relógio d´Agua, 1997). Tras cuatro años de residencia en Bruselas ha realizado una selección y traducción de poesía belga contemporánea bajo el título Señas de identidad (Madrid, Vitruvio 2003).

Amor rapaz
Yo soy de esos tipos que se sientan
en la parte trasera del autobús
y miran a las mujeres como si fueran
un pedazo de carne que se tambalea
sin saber dónde agarrarse, ni dónde
no mirar, sin saber dónde esconder
la vergüenza que mis ojos adivinan
y remueven bajo sus bragas. Las miro
tragándome toda la saliva y sudando
tanto deseo que el tiempo se resbala
formando un charco bajo mi asiento,
y luego las venas se me enredan
sin lograr salir de mi cuerpo como
cuerdas con las que intento en vano
amarrar mi vértigo a sus caderas.
Las puertas del autobús se abren
y se cierran y ellas vienen y se van
 sin mirarme siquiera, y no puedo evitar
 insultarlas, en voz baja, como sé que les gusta,
mientras sigo sus pasos a través del cristal
otra vez solo rumbo a la última parada.

Sergio Rodríguez en sus primeros poemas  habla, o más bien, escribe sobre la vida, sobre sus contratiempos, sus caprichos y  los problemas a los que debemos hacer frente a lo largo de ella, aunque no suele ofrecer soluciones a ninguno, solamente los analiza y aporta su punto de vista, que suele ser melancólico y pesimista. Otro tema significativo que este poeta aborda (aunque también podría incluirse la categoría de problemas) es el amor, todo tipo de amor. Escribe sobre el amor sucio (el odio, la rabia hacia la persona perdida o abandonada) y el amor eterno, que viene a ser  una forma enrevesada de insinuar que el único amor que se mantiene es el desamor y el engaño. También aparece el amor voraz y pasional, que deja un sabor dulce al probarlo pero que al ser tan fugaz ese sabor se torna amargo. Utiliza en todos ellos un lenguaje muy elaborado y repleto de figuras literarias que no hacen sino embellecerlos y mostrar su gran capacidad imaginativa, a pesar de su corta edad.

He elegido este poema principalmente porque describe ese desenfreno animal, que muchas veces se apodera de las personas, de una forma abierta y sin pelos en la lengua. A la hora de la verdad, en el momento de hablar sobre estos amores carnales y casi instintivos, la mayoría se limita a evadir el tema o simplemente a ignorar que tales sentimientos puedan existir. Sergio hace caso omiso a lo que puedan pensar y deja su mente libre de ataduras morales. En este poema aparece un contenido más que visible que ya he mencionado antes, el deseo, pero también existe otro contenido oculto entre las últimas líneas del mismo como por ejemplo en “otra vez solo rumbo a la última parada”. Esta frase es una metáfora en la cual el autor habla sobre otro contenido, la soledad y la pesadez que precede a la pasión; sobre ese sabor agridulce que este tipo de relaciones muchas veces dejan en los labios, la otra cara de la moneda. Es el ansia por lo inalcanzable, el sueño de poder desfogarse con ese “pedazo de carne que se tambalea”, el deseo sencillo y natural del placer carnal, aunque sea solo por un instante. Muestra que no todos los tipos de amor son preciosos e idealizados, ni están cubiertos por un frágil manto de felicidad y optimismo. Hay amores que se reducen al sexo, y no llevan consigo las palabras te quiero.

Existe un video en youtube del famoso cantante rapero Nach Scratch titulada El sexto mandamiento en la que se describe ese deseo inevitable que puede nos puede, que vence a la razón y a cualquier otro pensamiento en esos momentos concretos. Claramente es una canción que a mí, como proyecto de rapero, me gusta y espero que también disfrutéis escuchándola. Atentos al mensaje, aunque está bastante claro. http://www.youtube.com/watch?v=cjU6aoM9YDA.

Siguiendo la idea imaginativa del grupo de Alfonso, Pablo y Paula, voy a componer unas frases relacionadas con el poema Amor rapaz:
Sabiendo qué es lo que se siente
dejando volar mi mente
el vientre me va a estallar
al ver a esa mujer pasar por mi lado, indiferente
mi radar se activa por instinto
esperando que la pasión se eleve
más que me importa, si solo suspiro
mis pensamientos los dejó volar sin control
a un rincón escondido de todo lo demás
teniendo la lejana esperanza de convertir esos sueños realidad
pero la verdad fue un error acercarme a decirle algo
pues al instante salgo con sopor del verdadero sueño
despejado por el sonido del despertador
otra vez, de nuevo, no puedo aguantarlo
mi desfachatez volvió a caer por los suelos
si solo anhelo chocarme con la persona quiero
y dejar de ver que todo lo que hago
se estrella en el fondo de un oscuro agujero
y que espero, si siendo sincero nada vale
los pensamientos impuros hay que encerrarlos bajo llave.

Entrada realizada por:

Darío Paños

viernes, 3 de junio de 2011

Roger Wolfe



Roger Wolfe nació en Westerham Kent (Inglaterra) en 1962, aunque se crió en Alicante desde los 4 años, por lo tanto, su lengua literaria es el español. Su principal género es la poesía aunque también ha escrito novelas y ensayos. Es un importante promotor del realismo contemporáneo y ha ganado premios como Anthropos en 1991 y el premio Ciudad de Barbastro de novela corta por Fuera del tiempo y de la vida.   
El autor intenta desvelar las injusticias sociales que se dan en un mundo contemporáneo a través de situaciones cotidianas o que encontramos en la actualidad, mediante un estilo coloquial rozando el vulgar. Esto hace que el lector comprenda los poemas o al menos entienda lo que intentan demostrar y a su vez, se identifique con el contenido de los mismos.  Asimismo, el autor incluye bastantes figuras literarias tales como la personificación la cual es fácil de encontrar en muchas de sus obras.

Periodismo
Lanza la mierda
y lávate las manos


Odio

                                Me faltan algunos odios todavía.
                                          Estoy seguro de que existen.
                                                                                      Céline


El odio son las cosas
que te gustaría hacer
con el locutor deportivo
de la radio del vecino
esos domingos por la tarde.

El odio son las cosas
que te gustaría hacer
con el macaco de uniforme
que sentencia -arma
al cinto- que el semáforo
no estaba en ámbar, sino en rojo.

El odio son las cosas
que te gustaría hacer
con el cívico paleto
vestido de payaso
que te dice
que no se permiten perros
en el parque.

El odio son las cosas
que te gustaría hacer
con la gente que choca contigo
por la calle
cuando vas cargado
con las bolsas de la compra
o un bidón de queroseno
para una estufa
que en cualquier caso
no funciona.

El odio son las cosas
que te gustaría hacer
con los automovilistas
cuando pisas un paso de peatones
y aceleran.

El odio son las cosas
que te gustaría hacer
con el neandertal en cuyas manos
alguien ha puesto
ese taladro de percusión.

El odio son las cosas
que te gustaría hacer
cuando le dejas un libro a alguien
y te lo devuelve en edición fascicular.

El odio es una edición crítica
de Góngora.

El odio son las campanas
de la iglesia
en mañanas de resaca.

El odio es la familia.

El odio es un cajero
que se niega a darte más billetes
por imposibilidad transitoria
de comunicación con la central.

El odio es una abogada
de oficio
aliándose con el representante
de la ley
a las ocho de la mañana
en una comisaría
mientras sufres un ataque
de hipotermia.

El odio es una úlcera
en un atasco.

El odio son las palomitas
en el cine.

El odio es un cenicero
atestado de cáscaras de pipa.

El odio es un teléfono.

El odio es preguntar por un teléfono
y que te digan que no hay.

El odio es una visita
no solicitada.

El odio es un flautista
aficionado.

El odio
en estado puro
es retroactivo
personal
e intransferible.

El odio es que un estúpido
no entienda
tu incomprensión,
tu estupidez.

El odio son las cosas
que te gustaría hacer
con este poema
si tu pluma
valiera
su pistola.



En este poema, el autor, identifica el odio con todas aquellas cosas que no le gustan en su vida cotidiana, en general situaciones donde se frustran tus intenciones, planes o deseos. Lo que Roger viene a decir en este poema es que todo el mundo odia algo o alguien profundamente, dado que siempre hay situaciones en la vida donde nuestras capacidades de relación social son puestas a prueba y, por lo tanto, nuestras respuestas pueden llegar a ser de odio, rabia o cualquier otro tipo de emoción. Este poema se asemeja con lo que nosotros sentimos en ocasiones y llega a sorprenderte hasta que punto puedes coincidir en opinión con su contenido.  En este poema, Roger nos transmite un estado constante de enfado con el mundo y con el sistema en el que vivimos ya que no logra adaptarse o relacionarse adecuadamente en las situaciones que se describen y expresa su odio y su frustración ante tales situaciones.
Hemos elegido este poema ya que tras dialogar en grupo hemos llegado a la conclusión de que nos podemos identificar en el contexto del poema. Por ejemplo, “El odio es la familia” nos sugiere que todos tenemos problemas de vez en cuando con personas a las que queremos y con las cuales convivimos y en un momento de rabia podemos llegar a  decir cosas como “odio esta familia o te odio”.
Una canción que podría representar este poema es:
La frase “Johny, la gente está muy loca and I say to myself...What the fuck?” está relacionada con el poema debido a que se interpreta como que cada persona tiene sus pequeñas manías, sus pequeños odios que lo hacen especial y diferente al resto del mundo y cuando estos son descubiertos por otras personas pueden resultarle raros hasta el punto de decir ¿Qué demonios? En ocasiones, al encontrar personas diferentes a nosotros en opinión, género, religión… y al no comprenderlas tendemos a despreciarlas, marginarlas o incluso odiarlas.
A continuación una reflexión del grupo sobre el tema del odio:
“El odio es una fuente de emociones” Esto significa que algunas veces por odiar podemos experimentar diversos sentimientos, por ejemplo, si nuestros amigos odian a una persona sentimos alegría al burlarnos del susodicho-a colectivamente, sin embargo, también podemos sentir tristeza si la persona a la cual odiamos nos supone algún obstáculo para alcanzar nuestra meta. Por lo tanto, el odio puede llegar a ser como el fuego, en un principio destruye aunque luego da vida, en este caso el odio es una emoción en sí misma aunque induce a otros sentimientos.
Este es un poema creado por el grupo para reflejar como el odio puede dar lugar a otras emociones:

Odio no saber qué piensas
pero amo pensar siempre en ti
Odio tener que llamarte para saber de ti
pero amo escuchar el sonido de tus labios
Odio cuando me haces llorar
pero amo cuando me consuelas en tus brazos
Odio ver nuestras fotos rotas
pero amo juntarlas y sentir nuestros recuerdos
Odio que a veces vivamos peleando
pero amo vivir contigo…

Entrada realizada por
Miguel González
Sara San Andrés
Cristina Calvo